El amaranto es una planta fácil de cultivar, pues como ya se ha dicho es familiar del “quintonil” el cual crece como maleza en las tierras de cultivo de familias campesinas de Oaxaca, por lo que decimos que si en nuestra tierra crece el “quintonil”, entonces debe crecer bien también el amaranto.

Existen en la actualidad algunas comunidades que mantuvieron la tradición de cultivar esta planta a pesar de la prohibición de los españoles en la conquista; para parar su uso en los cultos religiosos. En estas comunidades forma parte del sistema milpa, en donde se integra: maíz, fríjol y amaranto. Dichas comunidades son Magdalena Mixtepec, San Isidro Mixtepec, San Mateo Mixtepec, San Miguel Peras, Santa Inés del Monte, Santiago Tlazoyaltepec, Santa María Peñoles y seguramente muchas otras, en donde aún se logran ver parcelas con grandes plantas de amaranto de color verde obscuro sobresaliendo del maíz. En dichas comunidades nos compartieron que se siembra en los “rosos”, es decir que hacen la “roza – tumba y quema”, una vez limpio el terreno, van y dispersan por toda la parcela semillas de amaranto, luego ya que nace el amaranto, vuelven y con una coa siembran el maíz y fríjol, los 3 elementos de la milpa crecen prácticamente juntos “dándole ventaja al amaranto por lo lento que crece durante el primer mes”, a la hora de la cosecha van primero por las mazorcas de maíz y el fríjol, después vuelven por las espigas de amaranto los cuales acarrean en naylos para evitar perdida de semillas, ya en casa lo extienden para que se seque completamente y lo apalean para que suelte la semilla, con zarandas separan semillas de basura grande y basura fina, y por las tardes ventean (se apoyan del viento) el grano para separarlo del tamo fino. El uso que estas familias dan al amaranto es muy interesante, lo usan para enfermos que han estado graves o han pasado por alguna intervención quirúrgica o para mujeres que han tenido a sus bebes para acortar el periodo de convalecencia. Para las mujeres que están amamantando a sus bebes; el atole de amaranto les ayuda a producir más leche. Para los adultos mayores les ayuda a fortalecer sus huesos. El polvo de amaranto (harina), lo usan para hacer viajes largos; lo mezclan con agua cuando tienen hambre y no tienen que traer mucha comida.